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    ESCALA 1

     

    Isabel Muñoz

     

    08.09.2022 – 10.12.2022

     

    En septiembre de 2007 se inauguraba Piedra, la primera de una serie de exposiciones que la galería ha dedicado a una de sus fotógrafas más representativas. Se iniciaba, no solo una estrecha relación profesional entre galerista y artista, sino una amistad que ha ido en aumento con el paso del tiempo. Isabel Muñoz no podía faltar en la celebración de los 15 años de la galería, tres lustros después de aquella temprana muestra.  

    La fotógrafa catalana nos hace partícipes de sus proyectos más recientes, algunos inéditos en nuestro país, como la serie Los españoles que ha inspirado el título de la exposición, en referencia a la armonía de proporciones característica de los caballos de pura raza española. Felipe II dio origen a este linaje con el propósito de representar en el equino las cualidades que, según el monarca, deberían adornar al caballero español. Para Muñoz, este cuadrúpedo es un animal noble, valiente y que, además, baila, manteniendo esa conexión íntima con su jinete que le ha hecho merecedor del calificativo “sanador”.  El empleo del oro de 24 quilates para plasmar su elegancia nos deja una selección de pequeños tesoros que esconden un vibrante latido espiritual: en muchas religiones, sobre todo hinduistas y budistas, los fieles ofrendan láminas de oro a sus dioses para suplicar su clemencia.

    La preocupación de Isabel Muñoz por el planeta vuelve a manifestarse en el uso que hace de materiales como el coral y el nácar, convertidos, con ayuda de Manolo Gordillo, y la colaboración de Saskia Moro, y mediante la serigrafía, el grabado y las tintas de pigmentos, en unas copias fotográficas de bellísima hechura. Con este alarde experimental genera una vuelta de tuerca sobre sus anteriores series Agua y Japón y un nuevo mensaje de advertencia en torno al calentamiento global.

    La búsqueda de los orígenes del ser humano es otro de los temas recurrentes en su trayectoria y en Escala 1 lo aborda con las dos imágenes de árboles sagrados que anuncian la orientación que van a tomar sus futuras investigaciones. En esta ocasión experimenta con el chine collé, una técnica del siglo XIX que ofrece variaciones cromáticas y texturas de notable delicadeza.

    La exposición recoge, así mismo, varias obras de videoarte e imágenes de carácter retrospectivo, algunas inéditas, otras especialmente reconocidas, utilizando en muchos casos la platinotipia, una de las expresiones más ilustres del arte fotográfico en cuya ejecución Isabel Muñoz ocupa un destacado lugar internacional.

    Como broche final de la exposición, incidiendo en el afán innovador de la artista, se expone una colección de joyas basada en fragmentos de sus fotografías, realizada por ella misma en colaboración con el estudio taller de orfebrería Malicia.

    In September 2007 we opened at the gallery the show “Piedra”, the first of the many exhibitions we dedicated to one of our most representative photographers. It began then, not only a close professional relationship between gallerist and artist, but a friendship that has grown over time. Isabel Muñoz is a must in the celebration of the gallery’s 15th anniversary, 15 years after that early exhibition.

    The Catalan photographer makes us part of her most recent projects, some unpublished in our country, such as the series The Spaniards that has inspired the title of the show, in reference to the harmony of proportions characteristic of purebred Spanish horses. Felipe II gave rise to this lineage with the purpose of representing in the equine the qualities that, according to the monarch, should adorn the Spanish knights. For Muñoz, this quadruped is a noble, brave animal that also dances, maintaining that intimate connection with its rider that has earned it the title «healer». The use of 24-carat gold to capture its elegance allows us to leave us with a selection of small treasures that hide a vibrant spiritual heartbeat: in many religions, especially Hindus and Buddhists, the faithful offer gold sheets to their gods to beg their mercy.

    Isabel Muñoz’s concern for the planet manifests itself once again in the use she makes of materials such as coral and mother-of-pearl, converted, with the help of Manolo Gordillo and Saskia Moro and through serigraphy, engraving and pigment inks, into photographic copies of beautiful workmanship With this experimental display, he generates a twist on his previous series Agua and Japan and a new warning message about global warming.

    The search for the origins of the human being is another of the recurring themes in his career and in Escala 1 he addresses it with the two images of sacred trees that announce the direction that his future research will take. On this occasion, he experiments with chine collé, a 19th-century technique that offers chromatic variations and textures of remarkable delicacy.

    The exhibition also includes several pieces of video art and retrospective images, some unpublished, others especially recognized, using in many cases the platinum type, one of the most illustrious expressions of photographic art in whose execution Isabel Muñoz occupies an outstanding international place. .

    As the final touch of the exhibition, emphasizing the innovative desire of the artist, a collection of jewels based on fragments of her photographs, made by herself in collaboration with the goldsmith workshop Malicia, is exhibited.

    En colaboración con: Grupo Horcajo Acero, Estudio de diseño Antonio Lenguas, Estudio-Taller Malicia, Taller Manolo Gordillo, Excena y Canon

     

    VIDEOARTE ISABEL MUÑOZ

    COLECCIÓN JOYAS ISABEL MUÑOZ

     

    EXPOSICIÓN ESPACIO DOS

     

     

    JOSÉ MARÍA DE ORBE

    WHITE DREAMS

     

    “En enero de 2015 exploré la reserva india de Allegany en el condado de Cattaraugus, vecino del condado de Eirie donde realicé The Neighbor’s Project. Este territorio fue tradicionalmente la patria de los indios Wenrohronon -actualmente extinguidos- y ocupado posteriormente por los indios Seneca, una de las cinco naciones de los Haudenosaume. Bajo una gran tormenta de nieve, las viejas construcciones rurales en los campos cubiertos de blanco se me aparecieron como fantasmas del pasado. La soledad y la pobreza de estas tierras me produjeron un impacto devastador en contraste con el nivel de vida del condado vecino de Eirie, distante unas pocas millas.”

     

    -José María de Orbe

    En colaboración con

     

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